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El viceportavoz del Grupo Municipal Popular, José Julián Gregorio, lamentó hoy el espectáculo “bochornoso” que está ofreciendo el equipo de Gobierno con la remodelación de la plaza de Santa Leocadia, ya que a pesar de que el Ayuntamiento recepcionó las obras el 14 de diciembre, desde entonces ya ha sufrido una reestructuración y después una remodelación “y aún no sabemos lo que vendrá más adelante”.

Gregorio se sumó en nombre del PP a la indignación vecinal por la mala gestión de la que ha dado muestras el equipo de Gobierno, con el alcalde a la cabeza y muy especialmente con la concejala de Participación Ciudadana; «no entendemos cómo puede ser, que este Ayuntamiento no haya actuado ejerciendo su deber de vigilar estas obras, y denunciamos el trato vejatorio dado  a los vecinos de la Plaza de Santa Leocadia», como recoge un medio de comunicación. 

El concejal popular informó de que la obra finalizada tiene una garantía de dos años «y no comprendemos que los operarios municipales comiencen a remodelarla, cuando, en todo caso, debe ser la empresa la que lo haga, haciendo uso de dicha garantía». 

José  Julián Gregorio alertó del peligro de esta «curiosa situación», que puede dar lugar «a que sea el Ayuntamiento el que pague los platos rotos por este desaguisado, por lo que solicitaremos al alcalde que nos explique quien se hará cargo del montante de esta remodelación», ya que hay precedentes en obras municipales «en que la intervención del Consistorio supuso la pérdida de la garantía». 

Gregorio recordó que esta obra ha supuesto un auténtico despilfarro de 603.000 euros «y vamos a solicitar todos los expedientes para ver, si se ha producido, supuestamente, alguna actuación  que no tuviera la clasificación correspondiente, y los concejales de Rivas no hubieran realizado la vigilancia obligada». 

El viceportavoz tachó de «peregrinos» los argumentos de la concejala de Mantenimiento Urbano, Rosa Bello, que indicó que retiran las columnas porque «no gustan». Ante esta exposición de motivos que caen por su propio peso «los talaveranos nos podemos echar a temblar, pues si a algún concejal no le gusta el nuevo puente se puede quitar, y al río los millones invertidos», según esos mismos planteamientos. 

«Una vez más vemos la improvisación, la falta de rigor y lo peor de todo, la desconsideración con la comunidad vecinal del Equipo de Gobierno presidido por Rivas». Pedimos de nuevo a los socialistas «que antes de actuar hagan un estudio riguroso de los problemas que está generando esta reforma» y que escuchen a los vecinos, que son al fin y al cabo, los que sufren la inoperancia de Rivas y sus ayudantes.