El Partido Popular continúa con sus reuniones con los barrios talaveranos para escuchar de primera mano sus inquietudes y reivindicaciones; esta vez son los vecinos de La Piedad los que han creído conveniente trasladarle a los miembros del Grupo Municipal Popular su malestar por el estado de algunas zonas verdes del barrio, que se han convertido en un “estercolero” ideal para que los perros hagan sus necesidades.
«Los vecinos se sienten ninguneados e ignorados por el Ayuntamiento», dijo la concejala popular María de los Ángeles Núñez, después de que los habitantes de La Piedad le comentasen su desagrado porque la concejala de Medio Ambiente, Mantenimiento Urbano y Participación Ciudadana, Rosa Bello, se haya negado a atender sus demandas y escritos que le han girado durante dos años.
Los vecinos han denunciado desde el mes de enero las molestias que les ocasionaban los restos de las obras del Plan E, que a día de hoy siguen decorando el parque de la plaza de la Piedad. La arena que se ha depositado junto a los árboles ha provocado que los canes la usen para sus deposiciones, lo que ha colmado la paciencia de los habitantes de la zona, que solicitan que se pongan losetas y alcorques rodeando las plantas para evitar encontrarse con «estos desagradables regalos».
Desde el barrio de La Piedad denuncian a su vez que las máquinas que han entrado en el parque para remodelar un parque infantil han dejado socavones en las losetas que ahora son un cúmulo de charcos cuando llueve y además suponen un peligro para los vecinos por riesgo a caerse y tropezarse.
María de los Ángeles Núñez, solicitó a su vez que se continúe con el plan de remodelación de parques infantiles porque el de la plaza de los Santos Mártires «deja mucho que desear»; los escasos elementos que existen para el ocio de los más pequeños están «oxidados y obsoletos», y pueden suponer un riesgo para los niños, ya que no se encuentran protegidos en un recinto con el suelo de caucho como ya existe en abundantes zona de la ciudad.
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